jueves, 9 de abril de 2015

Nunca adivinarías la comida sana que se ha puesto de moda en Estados Unidos

Olvídate del kale, de la quinoa o de las semillas de chía. Hay un nuevo alimento que lo está petando. Se trata de una comida que mejora la digestión, las alergias, ayuda a curarte cuando estás enfermo, da fuerza a tu cabello y a tus uñas, y encima está lleno de colágeno, lo que hace parecer nuestra piel más joven, con menos arrugas, menos estrías y reduciendo además la celulitis. ¿A qué estás deseando conocer cuál es el alimento milagroso que tan buenos resultados tiene en nuestra salud?


Pues se trata nada menos que tachán, tachán, el caldo de huesos. Resulta que nuestras abuelas tenían razón. No hay nada mejor que un caldito para revitalizarnos. El plato en cuestión se ha puesto de moda, primero porque es uno de los platos estrella de la Dieta Paleo (de la que ya hablaremos algún día porque a mi me genera mucha curiosidad), y segundo, porque la actriz Shailene Woodley (protagonista de Divergente e Insurgente) afirma que lo toma para desayunar. Siempre que tenemos a una famosa recomendando una comida en Estados Unidos, ya tenemos nueva moda alimenticia.



Pero más allá de lo que digan las modas, está claro que la comida tradicional suele ser la más sana. Por supuesto, no valen los caldos que venden en los supermercados ya preparados, porque tienen un exceso de sal y con ellos retienes líquidos. Anímate a preparar tu propio caldo casero repleto de minerales. La receta es muy sencilla y se puede preparar en grandes cantidades y congelar en tarros de cristal para tener siempre a mano.

Receta del caldo de huesos


Los ingredientes básicos del caldo de huesos son huesos, verduras (cebolla, apio, zanahoria, puerros, patatas, etc), hierbas aromáticas (perejil, tomillo, pimienta, laurel, etc), sal y vinagre. Se puede preparar de huesos de vaca, de cerdo, de pollo o de pescado. Cada maestrillo tiene su librillo, y se pueden añadir los restos de comidas previas, huesos de jamón, carcasas de pollo o cuerpos de gallina para darles sabor. Incluso se pueden añadir las patas de las gallinas si no eres muy escrupulosa.



Lleva bastante tiempo cocinarlo a fuego lento (algunos dicen que hasta 48 horas), pero con 3 o 4 horas debería bastar para el caldo de carne, una o dos horas para el caldo de pollo y media hora para el caldo de pescado. El comidista da unas buenas recomendaciones para preparar el caldo perfecto. Aquí tenéis otra buena receta de caldo casero bastante sencilla de hacer.

Así que ya sabes, la próxima vez que tu madre o tu abuela te inviten a un caldito, no lo rechaces. En el País Vasco es muy típico que los bares tengan el cartel de Salda dago - Hay caldo. Los días de frío apetecen un montón, y son muchos más sanos que una bebida refrescante o un café.

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3 comentarios:

  1. En invierno apetecen un montón aunque me tengo que animar a hacerlos yo y no parece complicado.

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  2. Antes los tomaba de brick pero ahora los hago yo. Por supuesto mi Ama me ha dado recomendaciones para que quede mas rico.

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