11 superalimentos que he incorporado a mi dieta y por qué lo he hecho

Ya sabemos que en esto de los superalimentos hay una parte muy importante de moda y marketing. Si pones un alimento en la lista de "superfoods" su precio sube. A todos nos gusta cuidarnos, pero no hace falta gastarse un dineral para ser más healthy. Hay ciertos superalimentos que merece la pena comprar (porque están muy ricos, tienen muchas propiedades saludables y su precio es razonable), y otros que es mejor pasar de ellos, como las bayas de Goji, porque son perfectamente sustituibles por otras frutas frescas, o el açai, porque es demasiado caro. Me gusta probar nuevos alimentos sanos, y por supuesto, los superalimentos me llaman la atención, pero los que he incorporado definitivamente a mi dieta porque me encantan son los siguientes:

Quinoa. Está deliciosa y es un alimento muy completo. Si lo comparas con el precio de la carne, ves que no es cara en absoluto. Hay cientos de recetas ricas con quinoa.

Chía. Una semilla con omega 3, calcio, hierro, antioxidantes, fibra, y que está deliciosa en el yogur o en el muesli. Más recetas con chía aquí. Si os parece muy cara o difícil de encontrar, sustituirla por las semillas de linaza, que tienen propiedades parecidas.

Frutos secos. Hace años no tomaba frutos secos porque tenían mucha grasa y engordaban. Error. Las nueces, las almendras, los pistachos, crudos y sin sal, son una excelente fuente de grasas sanas, y aportan también numerosos beneficios a nuestro cuerpo. La clave es no pasarse con la cantidad y tomar solo un pequeño puñado como snack o en el desayuno.

Avena. No todos los superalimentos son caros. Los copos de avena son baratísimos y el mejor sustituto para los cereales de desayuno que están repletos de azucar. Su puede remojar en leche vegetal, tomar con el yogur, tostarlo para hacer granola, preparar unas gachas, o hacer tortitas con ella. Tiene fibra, proteínas y ayuda a adelgazar, sus múltiples propiedades lo hacen un superalimento.

Frutos rojos. Además de estar riquísimos, los arándanos, moras, frambuesas y fresas tienen muchos antioxidantes para lucir una piel perfecta. La opción más barata es consumir uvas y kiwi.

Semillas de calabaza. Tienen propiedades antienvejecimiento, antiinflamatorio y muchas otras más beneficios. Yo las incorporo a mi muesli de las mañanas, y si buscáis algo más barato, siempre tenéis las pipas de girasol.

Cacao. Buscad el puro, sin azúcar añadido. No es lo mismo que el chocolate. Tiene magnesio, es antioxidante, ayuda a adelgazar y mejora el buen humor. Lo utilizo para hacer postres

Boniato. Con ese nombre tan feo no me apetecía nada probarlo. Hasta que leí que tenía mucha fibra, antioxidantes, y que era mucho más sano que la patata. Y en cuanto he aprendido a cocinarlo, lo tomo muchísimo, asado, en los platos de legumbre, etc.

Aguacate. Otro alimento que descarté en su momento porque tenía muchas calorías. Pero sus grasas son buenas y hacen que tu piel resplandezca. Está riquísimo en ensalada, en guacamole, encima de una tostada e incluso para añadir a los smoothies.

Tahini. Estoy enamorada de su sabor tostado. El tahini tiene, entre otras muchas vitaminas y minerales, muchísimo calcio. Me gusta para hacer hummus, pero también para incorporar como aliño de ensaladas o combinar con yogur y comino para hacer una salsa que le va genial al pollo.

Brócoli. Aunque es una de las hortalizas más odiadas, también es una de las más anticancerígenas que existen. Se puede añadir a las parrilladas de verduras, a las sopas y cremas, e incluso tomar crudo en los smoothies.

Hay muchos otros superalimentos que deberíamos incorporar en nuestra dieta habitual, como las legumbres, el pescado azul, las hortalizas de hoja verde (no solo el kale), y todo tipo de cereales integrales. También hay que probar las algas y los productos fermentados como el miso para una dieta basada en los superalimentos. Así seguro que llegamos a los 100 años con salud.

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